"Cada día me despierto con ganas de venir a trabajar a Los Aromos. Soy feliz", dice Oscar Ferro unas horas después que todo el plantel de Peñarol le cantara el "Feliz cumpleaños" después del almuerzo. El "Gallego" tiene 48 años, muchos de los cuales los ha vivido de amarillo y negro, como ahora.

"En este momento soy entrenador de arqueros. Estuve trabajando con juveniles en la formación de arqueros, que es lo que estamos fomentando en un trabajo conjunto con Alejandro Díaz; ahora él es el formador y yo los recibo ya en el plantel principal. Se empieza a crear una escuela de arqueros de Peñarol; que aquel que llegue a la Primera división tenga un estilo propio, pero con lo que ha marcado desde años a los arqueros de Peñarol. La idea es que cuando se llegue a Primera, el arquero ya sepa cómo se trabaja, que no haya misterios y que no represente un golpe duro llegar desde la Cuarta división al primero. Tiene que llegar con un proceso de crecimiento", asegura Ferro.

Peñarol estuvo representado por Washington Aguerre entre los arqueros del último Mundial Sub 20 y lo estará en el próximo con Gastón Guruceaga y Thiago Cardozo. Además, Renzo Rodríguez está disputando el Sudamericano Sub 17. "Hoy se está viendo en las selecciones juveniles de Uruguay los resultados de un proceso que empezó con Walter Corbo, Hugo Quevedo y queremos seguir el proceso, con lo que nos enseñó el maestro Ladislao Mazurkiewicz. Tenemos que fomentar una identidad del arquero de Peñarol. No es fácil ver arqueros de un equipo en todas las selecciones juveniles. La llegada de nuestros arqueros a las selecciones le da tranquilidad al club y nos da tranquilidad a nosotros porque sabemos que hay buena madera para trabajar", según el "Gallego".

Cuando habla del entrenamiento de arqueros, lo hace con pasión y asegura que lo marcó Mazurkiewicz "en todo sentido". "'Chiquito' fue un adelantado. A finales de la década del 80, él nos estaba ya diciendo cosas, enseñando cosas o entrenando de la forma en la que se trabaja ahora a nivel mundial. Y eso cuando la profesión de entrenador de arquero no estaba creada como tal. Fue un pionero en marcar ese trabajo.

Ahora, en cualquier curso de instructor de arqueros al que vayas donde sea, te explican cosas que Mazurkiewicz nos explicaba a nosotros hace 25 años. Queremos seguir por el camino que él nos marcó", dice Ferro.

El "Gallego" dice tener la idea de "profesionalizar el puesto de instructor o entrenador de arqueros. Que se haga como se hizo en Europa. Yo hice el curso de técnico, pero no para dirigir, sino para ser entrenador de arquero, porque es mi pasión. Desde que tuve a ‘Chiquito' como entrenador dije que esto era lo mío. Es lo que quiero hacer. Y desde ese momento fui recabando experiencias con unos y otros, vi cómo se trabajaba afuera del país y ahora lo llevo a la práctica, con el deseo que se profesionalice. Dentro del curso del entrenador, tiene que haber algo específico para el entrenamiento de los arqueros, dignificaría el puesto y le abriría un camino importante a mucha gente que fue arquero y que hoy no tiene la chance de trabajar de entrenador como sí la tendría con un título específico en sus manos".

"El entrenamiento de arqueros antes era un endurance, te hacían un gladiador, te trabajaban la fuerza. En mi época la pretemporada era un mes corriendo y cuando tocabas la pelota, al mes siguiente, la primera caída a atajar una pelota era como si te pegaran con un fierro en la cabeza. Hoy el arquero hace su pretemporada con su entrenador. Por eso es bueno que éste sepa qué está haciendo, que no es hacer ejercicios al tun tun, sino conocer por qué se hace cada ejercicio, qué beneficios trae unos y qué contras traen otros. Hay que estudiar, hay que informarse", cuenta Ferro.

El del arquero es el puesto más ingrato del fútbol, se suele decir. "¡No! Es el puesto más lindo, lejos...", dice Ferro. "Tenés que saber convivir con eso de que sos un fenómeno en los primeros 89 minutos, pero si le errás en el 90 y perdés sos el estrellado y no la estrella. Estás en la mira, sos el diferente desde el principio porque te vestís diferente que el resto, usas las manos en un deporte que se juega con los pies, sos el ‘marciano' del fútbol, pero es un puesto hermoso. Tenés que tener el suficiente poder de concentración, la fortaleza psicológica de superar un error porque si es a los dos minutos después tenés que jugar los otros 88 con ese error arriba; entonces hay que salir adelante", dice, con los guantes puestos para salir a trabajar.

Nota: Diego Pérez
Fotos: Fernando González