Se cumple un nuevo aniversario de la conquista de Tokio.
El 12 de diciembre de 1982, Peñarol vencía al Aston Villa de Inglaterra en el Estadio Nacional de Tokio y se coronaba Campeón del Mundo de Clubes por 3ª vez en su historia.
La madrugada del 12 de diciembre de 1982, Uruguay se estremeció con la conquista de Peñarol al otro lado del mundo. En Tokio, frente al Aston Villa de Inglaterra, los Carboneros lograban ganar su tercera Copa Intercontinental.
Peñarol venció en un gran partido al Campeón de Europa por 2 a 0 en el estadio Olímpico, ante 63.000 personas que asistieron a ver la final de la Copa Intercontinental.
El brasilero Jair abrió el marcador a los 27 minutos de tiro libre. Su potente fue interceptado por el golero pero la pelota se le escapó, picó en la misma línea del arco e ingresó a la meta; incluso por unos segundos se dudó si el gol había sido de Jair o de Fernando Morena que arremetió sobre los ingleses y empujó la pelota adentro del arco.
El segundo tanto aurinegro y vino a través de Walkir Silva. Aprovechando una mala salida de los británicos, el pibe de Rivera se lanzó en una tremenda corrida de frente al arco y definió ante el arquero Rimmer.
Peñarol, conducido por Don Hugo Bagnulo, formó con Gustavo Fernández, Walter Olivera, Nelson Gutiérrez, Víctor Hugo Diogo, Miguel Bossio, Juan Vicente Morales, Venancio Ramos, Mario Saralegui, Fernando Morena, Jair Gonçalves y Walkir Silva.
Nuevamente los aurinegros conquistaban el mundo, esta vez en Japón frente a un poderoso equipo inglés que tenía varias figuras de selección, y que como ocurre en la mayoría de los casos en los que dirimen fuerzas sudamericanos contra europeos, los del viejo mundo llegaban ante la prensa internacional como favoritos a la final.
Los kioscos agotaron sus diarios que publicaban enormes posters que homenajeaban la conquista mundial de Peñarol. La llegada de los carboneros a Montevideo fue sencillamente impresionante, en una tarde soleada y con Montevideo teñido de amarillo y negro.
Se abrieron las puertas del Estadio Centenario en forma gratuita y el pueblo mirasol desbordó desde tempranas horas las instalaciones del coloso de cemento para esperar la llegada de los campeones con la Copa Intercontinental.
El avión sobrevoló el Estadio a baja altura y depertó el delirio de miles y miles de personas. Posteriormente, la marcha del ómnibus que trasladaba a los Campeones del Mundo se hizo lenta y demoró más de lo esperado por la multitud que se agolpó a su paso.
Peñarol era Campeón Intercontiental luego de 16 años y el mundo hablaba otra vez de él.