
A 100 años del Laudo Serrato, homenajeamos y recordamos a la Federación Uruguaya de Football
En conmemoración de los 100 años del Laudo Serrato, que puso fin a casi tres años de división del fútbol uruguayo, el Club Atlético Peñarol y el Montevideo Wanderers Fútbol Club recordaron la vieja Federación Uruguaya de Football.
En conmemoración a los 100 años de la publicación del Laudo Serrato, que ponía fin a casi tres años de división del fútbol uruguayo, el Club Atlético Peñarol y el Montevideo Wanderers recordaron a la vieja Federación Uruguaya de Fútbol, así como también a los jugadores, dirigentes e hinchas de ambas instituciones, quienes sumaron a las vitrinas de ambos clubes respectivas nuevas conquistas del Campeonato Uruguayo.
EL CISMA REGIONAL
En las décadas de 1910 y 1920, la situación del fútbol y los organismos rectores era de división en todos los ámbitos. En América del Sur, ninguno de los países con un fútbol desarrollado y competitivo, quedó exento de este tipo de problemas.
La centralización del fútbol en algunas ciudades, la discusión eterna entre el amateurismo y el profesionalismo, y las alianzas políticas y deportivas en la región, fueron solo algunas de las causas de estas divisiones, que llevaron muchas veces a cismas en la organización del deporte más popular.
En Paraguay, varios de los jugadores del club Libertad tuvieron que abandonar la capital en 1911, huyendo de la epidemia de peste bubónica que asoló Asunción. La Liga lo descalificó y dispuso su descenso a segunda división, razón por la cual la institución albinegra se desafilió de ella, sumándose a la Liga Centenario, un torneo barrial ya existente, y recién volvería a la Liga Paraguaya en 1917.
En Perú, una larga lucha entre las ligas de Lima y Callao resultaría en la creación de la Federación Peruana de Football en 1922. Discordancias entre ellas y el gobierno nacional, llevaron a que desde 1922 a 1925 no se disputara campeonato alguno del fútbol peruano, y por lo tanto no existan campeones en esos años.
Brasil recién en 1959 lograría realizar un campeonato unificado. A su vez, podemos encontrar divisiones dentro de los torneos regionales más importantes: el Carioca y el Paulista. En el palmarés del campeonato de Río de Ja neiro existen dos campeones en los años 1912, 1924 y en el período 1933-1936. En cuanto a la ciudad de Sao Paulo, también cuenta con dos campeones en los períodos 1913-1915, 1926-1929 y 1935-1936. Por supuesto, todos los equipos consagrados cuentan entre sus conquistas los campeonatos obtenidos en ambas entidades (sin que nadie lo discuta).
En Argentina, el fútbol estuvo fraccionado en tres ocasiones (1912-1914, 1919-1926, 1931-1934), cada una de ellas con causas y características diferentes, pero en todas con el mismo resultado: dos ganadores por año, ambos campeones del fútbol argentino. La última partición deja en evidencia que uno de los grandes argumentos utilizados en nuestro país, es una falacia: tener la afiliación a la FIFA no te convierte en la asociación de mayor nivel.
El motivo de la ruptura, en aquel entonces, fue la disputa entre el amateurismo y el profesionalismo. El organismo oficial concurrió al Mundial de Italia de 1934 con jugadores aficionados, cayendo en primera ronda y desaprovechando la chance de conquistar un título en el que Argentina hubiera sido el máximo candidato (ante la ausencia de Uruguay por boicot). Los campeones de la AFAP (afiliada) de 191 a 1934 fueron Estudiantil Porteño (en dos ocasiones), Sportivo Barracas y Dock Sud. En la disidente, Boca Juniors (en dos ocasiones), River Plate y San Lorenzo. Y obviamente en AFA nadie discute tampoco la validez de los obtenidos en ambas asociaciones.
Chile también se vio involucrado en este tipo de problemas. La Asociación de Football de Chile era la que regía el fútbol en aquel país y estaba afiliada a CONMEBOL y FIFA, pero fraternizaba con la FUF y la AAMF, entidades disidentes de Uruguay y Argentina. Esto generó la creación de la Federación de Football de Chile, quién ganó el lugar en CONMEBOL, pero no así en FIFA, generando una situación insólita, típica de aquellos años. Finalmente, Chile quedó sin representación en el máximo organismo y, luego de tires y aflojes, se logró la fusión en 1926.
Lógicamente, Uruguay no quedó por fuera de esta situación...
EXPULSIÓN DE PEÑAROL Y CENTRAL DE LA AUF (1922)
En medio de todo el contexto ya explicado, Peñarol mantenía una gran amistad con clubes argentinos que competían en la entidad disidente. Eran reiteradas las ocasiones que solicitaba realizar amistosos contra dichas instituciones, siempre recibiendo la negativa de la Asociación Uruguaya de Football.
Acercándose el mes de noviembre de 1922, Peñarol y Central solicitaron autorización para enfrentar a Racing e Independiente de Avellaneda, de la Asociacion Amateurs de Football (disidente), obteniendo nuevamente el 'no' de la AUF.
Frente a esto, en una histórica asamblea, los socios aurinegros decidieron que el equipo enfrentara igualmente a su similar de Racing, el 12 de noviembre de 1922, bajo amenaza de la AUF de que perdería su afiliación.
Dos días después del encuentro, en el que el decano del fútbol uruguayo venció por 2 a 1 a los albicelestes, la Asociación voto su descalificación y la de Central, que había enfrentado a Independiente.
Peñarol era el puntero del torneo a falta de pocas fechas, e iba derecho a su bicampeonato.
A partir de allí, y luego de la creación de la FUF, fundada el 15/11/1922, el fútbol uruguayo quedó dividido en dos.
A la nueva entidad la integraron los desafiliados Peñarol y Central, sectores disidentes de equipos de la AUF, como Wanderers, Lito y Charley, equipos de Liga Nacional, de Il División de la Asociación y algunas nuevas instituciones.
FIN DEL CISMA: LAUDO SERRATO
Desde el comienzo del cisma, las intenciones de fusión siempre habían existido, pero nunca habían llegado a buen puerto. Finalmente, luego de largas negociaciones fallidas, representantes de ambas entidades y de la prensa se presentaron ante José Serrato, Presidente de la República, pidiendo ayuda para llegar a una solución definitiva.
Este aceptó la responsabilidad de ser el único árbitro, y así, el 9 de octubre de 1925, entregó una copia a cada institución del llamado 'Laudo Serrato', el documento que ponía fin a la división del fútbol uruguayo. Así rezaba en sus primeros párrafos:
"Después de mantenerse durante tres años el cisma que dividió al football nacional y no habiendo llegado a buen término sucesivas y plausibles iniciativas tendientes a reestablecer la unidad y la armonía desaparecidas, una digna represenación de la prensa de Montevideo me hizo el honor de reclamar mi intervención para realizar aquella obra de acercamiento.
A pesar de las evidentes dificultades ofrecidas por el problema que debía solucionarse, consideré que no podía rehusarme a aceptar este cometido, dado que la difusión de football en la República lo había convertido en un deporte nacional, cuyo desarrollo es útul para cultivar las virtudes viriles de la raza, al propio tiempo que proporciona para el pueblo un espectáculo agradable, sano y honesto.
Pero era previso que la misión que por tales razones aceptaba, no fuera un intento más desatinado a frustrarse como tantos otros, para alcanzar una verdadera eficacia necesitaba llenar ciertos requisitos, que desde luego formulé precisa y claramente, como condición de mi intervención.
Comprendiendo mi finalidad, y depositando en mí una confianza que me honra, las dos instituciones dirigentes manifestaron en forma oficial y directa, que veían complacidas mi intervención, que aceptarían con carácter inapelable el fallo que dictara, y que designarían, como designaron, cada una, igual número de personas neutrales de las que elegiría las que habrían de prestarme asesoramiento".
Luego de recibir las memorias de cada uno de los institutos, inicié la labor con el concurso de los señores: Dr. Juan Blengio Rocca, Héctor R. Gómez, Dr. Francisco Ghigliani, Carlos Sturzzeneger, Dr. Félix Polleri, Héctor A. Gerona, Juan Gorlero, Dr. Martínez Pueta, Alfredo Le Bas y Álvaro Saralegui.
Tan dignos asesores me prestaron una preciosa colaboración, que valoro en toda su importancia y por la que dejo, en esta oportunidad, constancia expresa de mi reconocimiento. Son aquellos, nombres tradicionales dentro del football nacional, vinculados a todos sus progresos y agregan, hoy, este nuevo y señalado servicio a los muchos ya prestados.
Con este eficiente asesoramiento he gestado el fallo que ahora vengo a dictar.
El primer principio que lo orienta es el de la fusión integral, única fórmula capaz de hacer desaparecer por completo la posibilidad de nuevos o futuros antagonismos que hagan peligrar la unión que después de tanto trabajo se ha logrado".
El texto es muy claro. Un fallo inapelable, orientado por el principio de fusión integral. ¿Cómo define la RAE ambas palabras? Fusión: "Unión de intereses, ideas o partidos". Integral: "Que comprende todos los elementos de un conjunto".
Esto incluía funcionarios, clubes, existencias, documentos. Y, por supuesto, los títulos conquistados.
También es necesario echar por tierra el concepto erróneo de que "la AUF absorbió a la FUF". El nombre Asociación Uruguaya de Football se sostuvo "además de los motivos de conveniencia, desde el punto de vista de las relaciones internacionales, otros de justicia y el propósito de que se afirme toda una tradición", según reza el propio Laudo, que a su vez agrega: "desde esta fecha cesan las autoridades directivas de la Asociación Uruguaya de Football y de la Federación Uruguaya de Football, quedando a cargo de la dirección y de los intereses de ambas instituciones un Consejo Provisorio del Football Nacional, a quien se somete la ejecución de este laudo".
EL PODERÍO FUERA DE LAS CANCHAS
La FUF y los clubes que la integraban llevaron siempre la primacía del arrastre de las masas populares.
Así lo contaba el diario El Siglo, en su edición del 9 de julio de 1924:
"Es altamente halagador el poder constatar el crecido número de aficionados que concurre a presenciar los diversos encuentros programados por el sector federacionista. Domingo a domingo puede apreciarse que va en aumento la cantidad de aficionados que concurre a lsa diversas canchas de juego y una prueba de ello la dimos ayer al dar una fotografía, en la cual reproducimos una parte de las gradas de Pocitos, durante el match entre Peñarol y Central. Hoy damos otra nota sobre los mismos donde puede apreciarse también el numeroso público que está aglomerado en el talud durante el mismo encuentro. Aparte de ello, no es solo en Pocitos donde es dado apreciar esa enorme concurrencia. En el Parque Fraternidad fácilmente te marginaban el field más de mil personas, y así sucesivamente, lo que equivale decir que no es un público de ocasión el que concurrió el domingo a presenciar los diversos encuentros de la Federación, como pretenden aseverar algunos, sino que él es propio de los clubs que militan en esta entidad. Puede asegurarse que la Federación está en su estado más floreciente y que su marcha triunfal sigue a pasos agigantados".
Al momento de la publicación del Laudo Serrato, esto manifestaba el diario "La Prensa" de Buenos Aires:
"....Era necesaria la fusión, desde el momento que dentro de las fronteras era difícil mantener, con la división del football, el interés del público por los encuentros locales que en estos últimos tiempos, por diversas causas no atraían la atenciónsuficiente del público, mantenedor de la vida y del estado financiero de las instituciones.
En ese sentido, la Federación Uruguaya tenía más favorables perspectivas, fácilmente comprobables en los días de partidos en que millares de personas marginaban todos sus "fields" asegurando de esta manera grandes ingresos a sus arcas".
Finalizado el cisma, los dos clubes más populares, Peñarol y Nacional, realizaron un amistoso contra clubes de las entidades contrarias a cada uno. Los Decanos enfrentaron a Bella Vista, y los albos al fusionado Lito. Según indica el diario El País, al primer encuentro, los aficionados concurrieron "en número superior a diez mil". En el de los nacionalófilos, "no más de 300 personas concurrieron al viejo ground de la Avenida 8 de Octubre".
BRILLANTEZ DIRIGENCIAL.
A nivel dirigencial, el presidente del Consejo Provisorio fue Héctor Rivadavia Gómez, histórico dirigente del fútbol uruguayo, primer presidente e impulsor de CONMEBOL y directivo de Wanderers federacionista. Incluso el Campeonato Uruguayo de 1926 llevaría su nombre. El primer presidente de la nueva Asociación, fue Raúl Jude, en el período 1927 - 1931, dirigente de Peñarol y de la FUF.
Héctor R. Gómez, gran dirigente wanderista y del fútbol uruguayo y sudamericano.
DESTAQUE A NIVEL GUBERNAMENTAL
En 1925, el Consejo Nacional de Administración, órgano de gobierno del Uruguay, que gobernaba junto al Presidente de la República, publicó un libro de carácter oficial, al cumplirse los 100 años de la Independencia. En la sección dedicada al deporte, y más precisamente al fútbol, se le dedica un párrafo a la FUF, que deja clara su importancia: "La que hasta hace poco fue la Federación Uruguaya de Football, compartía en forma destadacada, no cabe duda, con la Asociación, la dirección del popular deporte en nuestra Capital, y hay que convenir en que constituyó una entidad verdaderamente prestigiosa y respetable, lo mismo considerada bajo su aspecto deportivo que bajo su moral".
EL PODERÍO DENTRO DE LAS CANCHAS
La imposibilidad de enfrentarse desde noviembre de 1922 hasta octubre de 1925, hizo inviable comparar los poderes deportivos de la AUF y de la FUF. Finalizado el cisma, hubo varios detalles que se pueden apreciar, y que sirven para derribar la absoluta de que la Federación Uruguaya de Football era una liga barrial y sin nivel.
EL CLÁSICO DE LA UNIFICACIÓN
El 08/11/1925 volvían a verse las caras Peñarol y Nacional, después de 1102 días. Ante 30.000 personas en el Viejo Parque Central, los aurinegros ganaron 1 a 0 con gol de Pascual Ruotta y se quedaron con las 3 copas amistosas en juego: Imparcial, Círculo de Prensa, y Florence.
WANDERERS 1926
Para el Campeonato Uruguayo de 1926, Wanderers debió fusionar sus dos "facciones", al igual que todos los clubes en la misma condición. El equipo que paró en cancha esa temporada, presentaba mayoría de jugadores del sector federacionista:
Del Wanderers asociacionista: Deagustini. Del Wanderers federacionista: Florio, Capuccini, Frioni, Figueroa, Borjas, Casanello, Conti, Tejera (no aparece en la foto ilustrativa).
Muchos de estos Jugadores también le dieron a Wanderers el título de campeón en 1931.
SUDAMERICANO 1927
La primera citación importante para la Selección Uruguaya, con ambas entidades fusionadas y sin restricciones, fue el Sudamericano 1927. De los 17 convocados, 12 tuvieron al menos alguna participación en clubes de la FUF durante el cisma: Juan Peregrino Anselmo y Héctor Castro (Lito f.), Antonio Sacco y Juan Pedro Arremón (Peñarol), Venancio Bartibás (Central), Miguel Capuccini, Roberto Figueroa, Domingo Tejera y Lorenzo Fernández (Wanderers f.), Santiago Celsi (Defensor), José Leandro Andrade (Misiones) y Pedro Petrone (Solferino).
PARTICIPACIÓN DE LOS CLUBES EN PRIMERA DIVISIÓN
Desde 1926 hasta el fin del amateurismo, los logros y participaciones de los equipos de ambas entidades se pueden detallar de la siguiente manera:
Campeones Uruguayos
- Proveniente de FUF (3): 1926, 1928 y 1929 (Peñarol)
- Proveniente de AUF (1): 1927 (Rampla Juniors)
- Proveniente de ambos (1): 1931 (Wanderers). Con la salvedad ya mencionada, de que la mayoría de sus figuras venían del sector federacionista.
Cupos y resultados en Primera
- 1926: Además del campeón, Wanderers con mayoría de jugadores FUF, ocupó el segundo lugar. Nacional abandonó el Campeonato Uruguayo.
- 1927: Rampla, de AUF, fue campeón. De los siguientes 7 puestos, 5 fueron equipos provenientes de FUF (Peñarol, Sud América, Defensor, Misiones y Olimpia) y uno de AUF (Nacional). El restante, nuevamente Wanderers.
- 1928: De los 16 equipos de Primera, había 7 de cada entidad, más Wanderers y Lito (con representación doble).
- 1929: De 14 equipos de Primera, había 8 de la FUF, 5 de la AUF, y Wanderers.
- 1931: De 12 equipos en Primera, había 6 de la FUF, 5 de la AUF, y Wanderers.
LA ASOCIACIÓN URUGUAYA DE FOOTBALL CERTIFICA AMBOS TÍTULOS (1938)
Celestino Mibelli, histórico gerente de la AUF, en normal uso de sus atribuciones lo asevera, y así ratifica lo ya implícito en el Laudo Serrato, al incluir los títulos de la FUF en la lista de Campeonatos Uruguayos.
Autoría: Bruno Mazza (con la colaboración de Richard Gutiérrez y Gonzalo Ogando) por la Comisión de Historia del C. A. Peñarol, con la revisión y aprobación del Dr. Manuel Paredes por la Comisión de Historia del M. Wanderers F. C.
Quien desee ampliar sobre el tema podrá recurrir al libro del Historiador Dr. Manuel Paredes, de próxima aparición; al artículo Centenario de creación de la FUF existente en El Club/Historia/Nuestra Historia en la página web oficial del C. A. Peñarol; y a la Sección VIII de la Addenda de la 2a. edición -2014- del libro 1891: La Fundación del Esc. Daniel Quintana.
Documentos asociados: