Carboneros Gloriosos - Semblanzas - Isabelino GRADIN
Isabelino GRADIN (08/07/1897 – 21/12/1944)
Incorporado al Decano en 1915 debutó el 19 de abril; con sólo 18 años ya brilló en el primero de Peñarol y en la Selección, teniendo como maestros a Harley y Piendibene, que a su vez le admiraron, y en esa identificación generaron un juego novedoso, rápido, incisivo, de alta calidad técnica y táctica pero también con potencia, siendo temible su cercanía al arco rival cuando "Piendi" le gritaba "¡Entrá, Negro!", por el vértigo y precisión del pase profundo, su veloz carrera y la abrumadora eficacia definidora.
Convirtió 70 goles en 175 partidos jugados entre 1915 y 1921, siendo Campeón Uruguayo con Peñarol en 1918 y 1921. Fue Campeón Sudamericano con la Selección en 1916 y 1917, siendo en ese 1er. torneo goleador y mejor jugador del mismo.
Fue un enorme atleta, Campeón uruguayo y continental en 200 y 400 metros y en posta 4 por 400, incluso compitiendo coetáneamente como en 1918. En 1922, fue el 4º interviniente de la posta logrando el triunfo en tan electrizante recuperación que hasta el público, conmovido, ingresó al costado de la pista el Estadio de Fluminense... donde unos 3 años antes por "acto de servicio" en el arco celeste en ese lugar, falleció en Río de Janeiro el "Poeta", nuestro Roberto Chery.
Lamentablemente por circunstancias algunas ajenas a él, no participó en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, como tantos otros; aunque ya en 1922 había optado por preferir el atletismo dejando a la exigencia de vestir la aurinegra y pasando al recientemente fundado Olimpia.
Tanto descolló que su esplendor se conoció en toda la América futbolera, y un prestigioso poeta peruano, Juan Parra del Riego (a la sazón de 28 años), viéndolo -al tener una larga estadía en Montevideo, donde poco después falleció-, publicó en 1922 un tan hermoso como famoso poema a Gradín por su estética y juego, "Polirritmo dinámico". Veamos un breve trozo: "...Y te ví, Gradín,/ bronce vivo de la múltiple aptitud...".
Apenas 2 años después, la mundialmente famosa recitadora -argentina de adopción- Berta Singerman vino a Montevideo para, en un Teatro Solís colmado y con la emotiva presencia del celebrado carbonero, recitar vibrante e impecablemente dicho poema. Isabelino le agradeció en sentida carta y la artista le obsequió una foto "Al gran Gradín" (ésta, en pág. 63 Libro de Oro-Centenario, La Mañana y El Diario, 1991).
Admiración desde el exterior, otro sello de nuestros inolvidables defensores, reconocidos por ajenos al país, hasta en Chile un Club llevaba su nombre, y como lo expresado acerca de Gradín por el famoso jugador argentino Roberto Cherro (citado por el Dr. Luciano Álvarez en su "Historia de Peñarol", Aguilar, 2004): "...¡Cómo jugaba! ¡Qué atleta! ...Siempre tranquilo, sereno, sonriente...Mi escuela fue distinta...Era, después de todo, el juego criollo...Él no. Él fue una cosa rara. Una flecha, una carrera, un tiro....un espectáculo, él solo, aparte de los otro veintiún jugadores que estaban en la cancha..."